El Jubula lettii o búho de crin fue descrito por primera vez, con el nombre binominal Bubo lettii, por el zoólogo suizo Johann Büttikofer, quien es considerado "El padre de la historia natural liberiana" por su valiosa contribución a la investigación de la fauna en Liberia durante sus expediciones para el Nationaal Natuurhistorisch Museum (Museo de Historia Natural) en Leiden, ahora conocido como Naturalis Biodiversity Center (Centro de Biodiversidad Naturalis), y con sus publicaciones como Reisebilder aus Liberia, que remarcaron el interés científico en la biodiversidad de este país, donde habita esta hermosa ave.
Como algunos se habrán enterado por mi entrada al sisón común y por mis publicaciones en la página de Facebook, estaré trabajando los fines de semana en una entrada especial dedicada a alguna especie en particular que no vaya con el hilo del tema y que podría estar publicando los días domingo o lunes por la mañana, actualmente me encuentro escribiendo acerca de los ranfástidos o tucanes, específicamente con las especies del género Pteroglossus. Algunos lectores no se olvidaron de esto y me han preguntado por la entrada del fin de semana anterior que no coloqué por falta de tiempo, por lo que les aviso que el siguiente fin de semana escribiré dos entradas especiales en el blog, para que estén atentos. Volviendo al tema. Hoy es turno del búho de crin, también conocido como lechuza melenuda, que como su nombre binominal lo indica, Jubula lettii, pertenece al género monotípico Jubula en el que fue clasificado y que fue descrito por el zoólogo estadounidense George Latimer Bates en el año 1929, siendo hasta ahora la única especie de este género; lo que podría durar poco tiempo de aquí en adelante, pues algunos ornitólogos han sugerido que este género debe fusionarse con el género Lophostrix por ligeras similitudes con las especies de este género, a pesar de que el búho de crin tiene el tamaño de las aberturas de las orejas más pequeñas, sin embargo se necesita de más evidencia para la fusión de estos géneros, por lo que podríamos tener noticias de esta ave en un par de años. No se conocen subespecies, pertenece junto con otro poco más de 200 especies a la familia Strigidae (que a su vez pertenece al orden de los Strigiformes), en las que podemos encontrar varias especies extintas, incluso algunas “paleoespecies”, y otras popularmente conocidas como tecolotes, mochuelos, cárabos, autillos, caburés y más.
Área de distribución del Jubula lettii o búho de crin.
Su área de distribución abarca Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Guinea Ecuatorial, una parte del sur de Camerún, norte de Gabón, sur de Congo y desde el centro al norte y este de RD Congo. Aunque no tiene un área de distribución pequeña, los problemas políticos y militares de la región a lo largo de la historia han dificultado el estudio de esta y otras especies más, por lo que no se tiene ni la más mínima certeza del estado de esta especie, ni algún censo actual que nos indique la tendencia de su población y que nos de alguna pista, por lo que esta especie se encuentra clasificada en la lista roja de la IUCN con el estado DD Data deficient (Datos insuficientes) desde el año 2005; por lo mientras se considera que su población es estable a pesar de la falta de datos y de la creciente tala en algunas zonas donde se distribuye. Habita en bosques húmedos tropicales en llanuras, como bosques en galerías y selvas bajas; parece que prefiere el bosque lluvioso perennifolio de copa cerrada (con follaje persistente todo el año, con gran parte del terreno ocupado por arboles de gran tamaño, sin capas continuas y densas de pasto), especialmente las áreas con enredaderas densas donde a menudo descansa, en lugar del bosque semi-perennifolio de dosel abierto; aparentemente nunca se ha registrado fuera del hábitat boscoso, por lo que se cree que es sedentario. Es nocturno, saliendo en los atardeceres a buscar su alimento, que consta principalmente de insectos como saltamontes y escarabajos, también llega a incluir con poca frecuencia animales pequeños como polluelos de otras aves y reptiles, debido a lo débiles que son su pico y garras para cazar; existe un curioso registro del 18 de febrero de 1934 del único espécimen de búho de crin de Ghana que tenía materia vegetal (semejante a guisantes verdes aplastados) en su estómago.
Búhos de crin o Jubula lettii en su hábitat (lugar no especificado por autora). Fotografía de Karen Hargreave.
Es un ave pequeña, con una longitud que va de los 34 a 40 centímetros y un peso que oscila alrededor de los 180 gramos. Su plumaje es de color marrón rojizo con algunas partes más oscuras; con plumas de tamaño mediano en el cuerpo, alargadas en la coronilla y en la nuca y las orejas tupidas. El disco facial es de color rufo con el borde negro; la frente, la garganta y las cejas son de color blanco, mientras que la cola es de color marrón claro con marcas oscuras. Las partes inferiores rugosas se vuelven blanquecinas en el vientre con algunas rayas verticales grandes. La hembra tiene su plumaje ligeramente más oscuro que el del macho y las marcas negras resaltan más; en las aves jóvenes la cabeza y cuello son casi de color blanco y el resto del plumaje es mucho más claro. No se conocen con exactitud sus temporadas de reproducción y crianza. Por algunos reportes, se piensa que su temporada de reproducción es entre marzo a mayo; se ha visto una pareja joven en la primera semana de febrero con polluelos en la Reserva natural integral del Monte Nimba, en Liberia y otros nidos se han visto con polluelos a fines de diciembre y enero en Camerún y Gabón. Se cree que ponen de 3 a 4 huevos, y que el período de incubación dura 28 días; y la crianza de los polluelos cerca de 33 días, pero no está claro dónde se recopilaron estos datos, y no hay otros detalles conocidos; por lo que se considera a la reproducción y crianza de esta especie sin estudiar, necesitándose más investigación, y que esperemos se realice o se dé a conocer pronto, así como en el resto de información de esta pequeña y hermosa ave.
Búhos de crin o Jubula lettii en su hábitat (lugar no especificado por autora). Fotografía de Karen Hargreave.
El Tetrax tetrax o sisón común fue descrito por primera vez, con el nombre Otis tetrax, en el año 1758 por el naturalista sueco y Padre de la Taxonomía moderna Carl von Linné (mejor conocido como Carl Linnaeus o Carlos Linneo). En el año 1817, esta especie es clasificada en su propio y actual género por el naturalista inglés Thomas Ignatius Maria Forster. Hasta hace un par de décadas, esta pequeña ave era muy habitual de ver en los campos; una de las más extendidas por los continentes Asia, África y Europa. Sin embargo, cada vez es más difícil de observar, su situación ha cambiado y su población ha estado disminuyendo muy rápido en Europa, donde ya no es tan frecuente de encontrar; una de las principales causas es la agricultura intensiva. Se espera que ocurra una situación similar en los otros continentes en los próximos años.
Como ya había comentado hace algunos días en la página de Facebook, comenzaré en este blog con una serie de entradas especiales que dedicaré a alguna especie en particular que no vayan tanto al hilo del tema que me encuentre tratando, y qué mejor que escribir en la primera de estas entradas para el año 2018 acerca de una especie muy importante para el año 2017; hoy será turno de conocer al sisón común o Tetrax tetrax, una pequeña ave de la que seguro habrás escuchado hablar si vives en Europa, sobre todo en España, que fue designada Ave del Año 2017 por la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife, como parte de su campaña para la búsqueda de mejorar el estado de conservación de las aves que habitan en entornos agrícolas y que cada vez se ven menos en la Península Ibérica, pues su población ha estado disminuyendo drásticamente y, en los últimos 10 años, esta especie ha visto su población reducida a la mitad, acercándose peligrosamente a su extinción.
Pertenece a la familia Otididae, también conocida como otídidos, que a su vez pertenece a su propio orden Otidiformes (anteriormente se les clasificaba en el orden Gruiformes y el nombre de la familia solía ser Otidae). Es una especie monotípica de su género, el género Tetrax, siendo actualmente la única subespecie Tetrax tetrax tetrax, aunque hay algunos taxonomistas que también describen una segunda subespecie siberiana con origen en Sinkiang y Sichuán, China y algunas zonas de Rusia, que todavía no es reconocida, como Tetrax tetrax orientalis; esta segunda subespecie se describe porque el sisón común muestra una enorme variación individual y algunos son de mayor tamaño con las partes superiores del cuerpo más gruesas que las encontradas en Europa. Su distribución abarca primordialmente la zona suroeste de la región paleoártica, no obstante se considera que su población se divide en dos: la occidental y la oriental. Tiene una distribución bastante amplia que va, desde Marruecos e Iberia a Francia, Cerdeña y sureste de Italia (posiblemente, ahora extinta en esta zona); Ucrania y suroeste de Rusia a través de Kazajstán a Kirguistán y en el extremo noroeste de China; también en el extremo norte de Irán. Durante los inviernos se les puede encontrar en la zona del Mediterráneo a través de Turquía y de la región del Cáucaso a Irán, y de forma irregular en otras partes del sur de Asia.
Principales áreas de distribución del Tetrax tetrax o sisón común. El área perteneciente a Italia y la zona roja, se cree, se encuentra extinto.
Esta área de distribución se ha estudiado arduamente, se estima que abarca 12,6 millones de km² y se conoce que son nativos de: Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, China, Croacia, Francia, Georgia, India, Irán, Irak, Israel, Italia, Kazajstán, Kirguistán, Líbano, Macedonia, Yugoslavia, Marruecos, Pakistán, Portugal, Rusia (tanto en Asia Central como la Rusia europea), España, Siria, Tayikistán, Túnez, Turquía, Turkmenistán y Ucrania. También se les ha llegado a encontrar en: Bélgica, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Japón, Letonia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Omán, en el Territorio Palestino Ocupado, Suecia, Suiza, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido; sin embargo, no es nativo de estos países. Se sabe que se encuentran regionalmente extintos en: Argelia, Austria, Bielorrusia, Bulgaria, República Checa, Alemania, Grecia, Hungría, Moldavia, Montenegro, Polonia, Serbia y Eslovaquia; se espera que pronto se agregue Italia a esta lista, conforme lo indiquen los nuevos censos. Se estima que el origen de esta especie puede encontrarse entre Jordán, Libia, Rumanía y Uzbekistán; se sigue buscando más evidencia que apoye esto.
Sisón común o Tetrax tetrax macho. Fotografía de Renato Pacchioni, tomada en Saint-Jean-de-Sauves, Vienne, Francia.
Su nombre común se debe al siseo que provocan sus alas cuando levanta el vuelo. Es la especie más pequeña de la familia Otididae; midiendo el macho entre 43 a 45 centímetros y pesando entre 794 a 975 gramos, mientras que la hembra mide entre 40 a 43 centímetros y pesa entre 680 a 945 gramos. La envergadura de sus alas va de los 105 a 115 centímetros. El plumaje de los machos maduros sexualmente, durante la temporada de crianza, es de color marrón con manchas negras en el lomo, en la parte superior de las alas y en el píleo (la parte superior de la cabeza), de color gris en la cabeza, el cuello resalta de un color negro con una banda ancha en la base y una línea delgada en forma de v de color blanco, al igual que el vientre y el lado inferior de las alas. En las hembras no se encuentra la zona de color negro en el cuello, la cabeza es de color arena y las manchas de color negro sobre el lomo y las alas son más abundantes y remarcadas. El plumaje de los machos juveniles y los maduros sexualmente, durante la temporada de no-crianza, son similares al de las hembras, con los colores del cuello y la cabeza de un tono más claro y la parte inferior de un tono beige. En ambos sexos las patas son de un color amarillo grisáceo, el pico de color arena con la punta pizarra y el extremo de las alas color blanco con las puntas de un negro brillante.
Sisón común o Tetrax tetrax hembra. Fotografía de Joan Carles Hinojosa Galisteo, tomada en Tárrega, Lérida, Cataluña, España.
Habita principalmente en pastizales secos y en campos de cultivo de baja intensidad, usuales para el pastoreo, o para producción de cereales, que proporcionan una buena altura de unos 20 centímetros, el suficiente camuflaje y abundancia de artrópodos, que son su alimento, como escarabajos y saltamontes, también incluyen en su alimentación brotes, hojas, flores, semillas y muy rara vez algún reptil o mamífero pequeño. Se sabe que prefieren alimentarse de insectos durante el verano y de plantas durante el invierno, muy probablemente por la escasez de los primeros durante esta fría estación. La búsqueda de cultivos con estas características tiene mayor importancia durante la temporada de reproducción, con vegetación de unos 40 centímetros de altura, donde los machos realizarán el llamado a las hembras y, posteriormente, construirán sus nidos; a la necesidad de estas condiciones dentro de su ecosistema se le conoce como microhábitats. En Alentejo, Portugal es común verlos durante todo el año en sus cultivos de cereales y en los pastizales.
Paisaje típico de las regiones de Alentejo, Portugal. Fotografía de Joergsam.
Las necesidades de las hembras en los microhábitats varían significativamente a lo largo de la temporada de crianza. Es probable que la heterogeneidad de la vegetación en los pastizales más grandes desempeñe un papel importante a la hora de proporcionar un hábitat adecuado para las hembras a lo largo de toda la temporada de reproducción. Por lo tanto, los grandes pastizales y primordialmente los campos de cereales de enormes extensiones constituyen los principales sitios de reproducción de esta especie. Su temporada de crianza va de febrero a junio, en estos meses construirán sus nidos raspando la tierra superficialmente y con una cubierta de hierba corta y densa; en ellos pondrán de 2 a 6 huevos, que incubarán de 20 a 22 días. Los pollitos tienen un color amarillento con líneas marrones oscuras y moteados; su primer plumón viene desde los 25 a los 30 días, o posiblemente más, de nacer; los jóvenes permanecen con sus madres durante todo su primer otoño. No suelen ser ruidosos. Durante la primavera, a las hembras se les puede escuchar haciendo sonidos como "wop wuiip", los machos son conocidos por el sonido "prrit" que realizan cada 5 a 20 segundos acompañado de rápidas patadas al suelo y saltos.
Roble en un campo de trigo, una imagen típica de la región del Alentejo, Portugal. Fotografía de Faísca.
Los viajes de migración siguen patrones complejos, que en su mayor parte dependen de la temperatura y la cantidad de cultivos y pastizales que se encuentre durante sus movimientos, la mayoría de sus vuelos de migración los realizan durante la noche viajando de 400 a 600 kilómetros. Suelen pasar gran parte de su vida sedentarios o dispersivos en el centro y sur de la Península ibérica, sureste de Francia en La Crau, Cerdeña e Italia; es migratorio en el centro y oeste de Francia, con desplazamiento hacia el sur dentro del país durante los meses de septiembre y octubre, y con viajes de regreso en los meses de marzo y abril. Una considerable parte de su población busca de condiciones climáticas más suaves, ya sea en el norte áreas, tierras altas o sitios con una agricultura más productiva durante los meses de mayo y junio hacia climas más áridos; algunos permanecieron durante la temporada no reproductiva en las mismas áreas de verano, pero muchos se mudaron más tarde, en septiembre a diciembre, a otras localidades invernales.
También es migratorio en Rusia, Kazajstán y el resto de la cordillera del Cáucaso, donde las aves se trasladan hacia y desde Irán, Azerbaiyán y, con menos frecuencia, en otras partes del sur de Asia, durante los mismos meses.
Huevo de sisón común, parte de la colección del Museo Wiesbaden. Fotografía de Klaus Rassinger y Gerhard Cammerer, tomada en Wiesbaden, Hesse, Alemania.
Se encuentra clasificado con el estado NT Near Threatened (Casi amenazado) en la lista roja de la IUCN, con predicciones de su futuro bastante preocupantes de que pronto pase al estado de VU Vulnerable; pues se ha observado una creciente disminución de población en la mayoría de los países, sobre todo, dentro del bloque de población occidental; las estimaciones de su población para finales de la década de 1990 marcaban un mínimo de 240,000 individuos a nivel mundial. Los censos más recientes, del 2015 para la población europea estiman que esta ronda entre los 120,000 a 240,000 individuos con un descenso de 30% al 49% en tan sólo tres generaciones (31 años), donde se encuentra del 75% al 90% de la población mundial; considerando que en algunos países solamente hay unos cuantos individuos, en otros gracias a los programas de conservación como los de Francia como el decreto ministerial con el establecimiento de la lista de aves protegidas en todo el país desde el 17 de abril de 1981, el establecimiento de más de 1.300 hectáreas de agricultura específicamente dirigida a los esquemas ambientales, principalmente para aumentar la superficie de la alfalfa, prohibir el uso de herbicidas e insecticidas en los pastizales, prevenir el abandono de los campos de cultivo de baja intensidad, sobre todo los de alfalfa, han conducido a un fuerte aumento de la población.
Sisón común en estampilla de Kazajstán, 2013.
En general, la intensificación de la actividad agrícola afecta la disponibilidad y calidad del hábitat a través de procesos como la reducción de barbechos, la expansión de cultivos irrigados y arbóreos (como las plantaciones de olivos y almendros), la disminución de la disponibilidad de artrópodos debido al uso de insecticidas, la pérdida de la cobertura del suelo para el pastoreo excesivo y la caza furtiva se consideran como las principales causas de la disminución de la población. A su vez, ladepredación del nido por especies como las grajas (Corvus frugilegus), el pisoteo del ganado, la sensibilidad de las hembras a los cambios climáticos y la altura de la vegetación influyen en la baja tasa reproductiva. Sin embargo, esta pequeña ave es ya todo un icono de la búsqueda por una mejor conservación de la vida silvestre, resaltando la importancia de conservar las poblaciones de aves terrestres que habitan en entornos agrícolas como la codorniz común, el alcaudón real, el escribano cerillo, las avutardas y muchas más, en los que han resaltado programas de conservación como LIFE+ del Parc naturel régional des Alpilles o el programa SACRE de SEO/Bird Life. Por lo que esperamos buenas noticias de esta especie de aquí en adelante.